Gracias...

Gracias por ser un maestro en mi vida, no sé si tú lo entiendas, pero tú alma entenderá…

Gracias por ayudarme a mirar dentro de mí, a comprender el karma cada vez que lo libero, a entender que cuando daño a otro aún sin querer me estoy haciendo daño a mí misma.

Gracias por ayudarme a comprender mi dolor y el de los demás, a lograr entender lo que otros pasan con cada situación.

Gracias por enseñarme el desapego, aunque es aún la lección que más me cuesta aprender.

Gracias por haber formado o formar parte de mi vida y habernos visto el uno al otro en este camino.

Gracias por que tu alma reconoció a la mía de otra vida y supo que teníamos que enseñarnos algo.

Gracias porque en algún momento entenderás que todas estas situaciones las teníamos conscientes de antes de venir aquí y que ambos estuvimos de acuerdo en que todo esto nos ayudaría a crecer y aprender.

Gracias por haber aceptado todo esto antes de venir, aún sabiendo que en el plano terrenal sería algo que nos dolería.

Gracias por comprender que las situaciones te ayudan a crecer y que sin ellas permaneceríamos siempre iguales.

Gracias por el amor incondicional que significa aceptar el venir a vivir estas situaciones en la vida.

Gracias por la confianza en el proceso de la vida misma y por comprender que nada es porque sí, que todo tiene un motivo más importante.

Deseo que todos logren ver en ti el maestro que eres, que puedan ver lo que tienes que enseñar.

Deseo que puedas comprender el camino de la vida, porque cuando tu alma lo comprenda, todo se hará más sencillo, lo elegiste, lo amaste, confiaste antes de venir que eso sería lo mejor para ti y los demás.

Todo lo que viniste a aprender ya está en tu corazón, sólo falta que lo recuerdes.

No olvides recordar que los demás también te quieren enseñar algo, cuando antes lo comprendas más sencillo será el camino.

Y nuevamente… gracias por ser mi maestro en esta vida, no sé si tú lo entiendas, pero tu alma entenderá…